Toda sonrisa guarda su lado de furia.
Toda caricia su lado frío.
Toda distancia guarda su mapa secreto de atajos.
Toda esperanza su miedo a perder.
Cada verano protege su invierno.
Cada mañana su noche en sí va.
Cada recuerdo se empacha de olvidos.
Cada designio su intento a ceder.
Cada destino un maldito desvío.
Cada mirada su cruel ceguedad.
Voy en contra del viento a favor.
Y es nuestro tiempo, a destiempo, quien definirá.
¿Con quién dormirás en tus noches de insomnio?.
Sin preguntas. Sin respuestas.
No hay caminos que no se hayan pisado.
Ninguna manzana quedó sin morder.
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