29.3.11

Alas

Las alas vienen cerradas,
quietas,
inertes,
vergonzosas.
Una vez que puedan abrir,
será cuestión de mirar al Sur
y remontar.
Alzar los pies, mirar hacia una ventana,
por más lejos que se encuentre,
las alas te despegarán del suelo.
Una vez que te encuentres por los aires,
sin miedo podrás verme,
aquí abajo,
frente a las aguas,
esperando la gran oleada,
para poder empapar mis recuerdos,
revivir los días de sol con aroma a menta,
y apostando, nuevamente,
en este juego en dónde las fichas
son nuestros sueños,
nuestros deseos,
y nuestras ganas de ser.
El premio final,
no es más que un sueño
hecho realidad,
en una noche de verano,
a tu lado.

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