16.5.09

Pentagrama de tu mirada

Mirá, observa.
Ahi adentro, bien dentro de la caja de mi guitarra, vas a encontrar algo escondido.
Es mi corazón, bailando feliz sobre las lineas del pentagrama de tu mirada.

9.5.09

Sentada y firme bajo la sombra de un árbol

Y vos,
sentada y firme bajo la sombra de un árbol,
descubres poemas en la tierra
y canciones en el aire.

El viento las tararea.
Baila junto a su melodía.
Y la poética tierra, llora de amor.

Nunca sintió algo similar.

Siempre estuvo así,
bajo el árbol,
esperando que alguien la mire
y descubra todo su misterio enterrado.

Con sus raíces firmes al mundo,
nunca trato de escapar ni cambiar de parecer.

Aguardó el momento.

Un instante fugaz.

Un candil que la ilumine y así,
dar a luz a sus escritos,
para que vos hermosa,
sentada y firme bajo la sombra del árbol,
transcribas sus poemas
a besos y abrazos listos para enamorar.

1.5.09

Mario

Mario cuenta historias reales.
No es ficción, yo lo conozco bien.

Siempre te canta la justa, lleva al barrio encima.

Mario es un tipo simple,
lleva con él algunas arrugas que la vida le tejió,
y si: después de tanto andar y de arrugar la frente
en busca de palabras, era de esperar.

Mario camina por la calle con la frente en alto.
Pasos firmes y bien decididos.

Sabe bien que en éste tren mucho no le queda.
La Negra Estación se acerca, y él que ya tiene los pasajes.

Y claro, Mario es asi. Le gusta anticiparse a todo.
No es mentira, yo lo conozco bien.

Sabe que su locomotora de a poco
se va quedando sin carbón.
Pero igualmente y como siempre
Mario agarra ese lápiz que está siempre con él
en el bolsillito de su camisa,

y con sólo un trazo,
escribe un poema.

Mario dirá que ese poema es de otro,
pero bien sabe que no es asi.

Mario es un tipo bien de bien.
Que lleva al barrio encima.

Y que con varias décadas bajo sus pies,
sigue donando su tinta al papel,
para crear belleza pura y viva.

Mario dibuja en el aire,
algún que otro poema.

Él dirá que no son suyos esos trazos,
pero bien sabe que si lo son.

Inspiración

Inspiración: fruta prohibida.
Suaves viajes por una sola carretera.
Interminable. Sin punto de partida.
Sin destino. Ni alguna parada.

Es ella, la inspiración.
La que un día de vientos del Sur,
hace su aparición detrás del aire,
con su timidez a flor de piel,
con su atrevida forma de cantar sus verdades.

Es ella, la inspiración.
La que ha enamorado a mil poetas.
La que no se cansa. La que siempre busca más.
Azules cristales ha entregado a cambio de sus almas,
para poder así quedarse con todo.

Es ella, la inspiración.
La que tanto falta.
La que tanto abunda.

La que un día de Otoño,
con las hojas prontas a caer de su cabeza,
me dejó treparme a sus ramas,
y llegar a su cima:
llena de abrazos y caricias empaquetadas,
listas para su próximo uso.

Es ella, la inspiración.
La que no acepta devolución ni cambio.
La que al momento de conocerla,
rondará eternamente en las venas de uno,
navegando en su débil balsa,
esperando encontrar un puerto.
Un buen puerto.

Una canción es un muy buen puerto
para ella, la inspiración.

Allá vamos. Ella y Yo.