Y vos,
sentada y firme bajo la sombra de un árbol,
descubres poemas en la tierra
y canciones en el aire.
El viento las tararea.
Baila junto a su melodía.
Y la poética tierra, llora de amor.
Nunca sintió algo similar.
Siempre estuvo así,
bajo el árbol,
esperando que alguien la mire
y descubra todo su misterio enterrado.
Con sus raíces firmes al mundo,
nunca trato de escapar ni cambiar de parecer.
Aguardó el momento.
Un instante fugaz.
Un candil que la ilumine y así,
dar a luz a sus escritos,
para que vos hermosa,
sentada y firme bajo la sombra del árbol,
transcribas sus poemas
a besos y abrazos listos para enamorar.
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