El General, habló.
Dio sus argumentos, nos trato de convencer.
El General, murmuró.
Entre los suyos, aun seguia mintiendo.
Se trato de convencer a el mismo.
Fue en vano.
El General, perdio.
Sus medallas y sus valores, si es que poseia, fueron al piso.
Hay gente que aun hoy le sigue creyendo.
Al General le importo muy poco que seria de ellos.
Que seria de sus familias, de sus vidas, de sus sueños.
El General, apunto.
Nada paso por su cabeza cuando dio el si.
Nada tiene aun en la cabeza.
No se llevo nada, solamente odio.
El General, disparo.
El ruido de la bala aun se sigue escuchando.
El destino del disparo, miles de jovenes.
Aun ellos, siguen viviendo.
El General, ya muerto, sigue preso de si mismo.
Su celda esta llena de personajes nefastos.
Su alma, vacia.
El alma de cada uno de los receptores del disparo, llena de vida.
Alas de sueños sobrevuelan la prision.
No quieren entrar. No pueden. No deben.
Veran miles de almas con las alas cortadas.
Sin alas en el cuerpo.
Con alas en la mente. La mente vuela muy alto.
Alcanza las nubes, va mas alla de todo.
El General, no puede volar.
Atado con sus propias cadenas al infierno que él mismo se supo crear.
El General, sin conciencia limpia, se retuerce.
Miles de almas se acercan a su celda para darle mil patadas.
Jamas alcanzaran a devolverle tanto dolor recibido.
Nunca. Nunca Mas.
El General, se disfraza de Galtieri, de Videla, de Massera, de Agosti, de Bordaberry y de Pinochet.
El General, sucio, se retuerce.
Los demas, siguen volando con sus alas de sueños de revoluciones...
