Apenas fueron dos.
Como cicatrices fueron cayendo.
Una tras otra.
En cadena.
En un continuo momento.
Apenas fueron dos, recuerdo.
Dos mundos frente a mi.
Dos espejos en donde poder verme una vez más.
Recuerdo, siempre lo recuerdo.
Y no creo olvidarme algún día.
Fueron dos,
pero podrían haber sido más.
Dos lágrimas en una mejilla,
dicen mucho más que mil palabras.
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