6.1.10

Tengo un Dios escondido bajo la almohada...

Tengo un Dios escondido bajo la almohada,
diferente al tuyo,
no tiene mandamientos,
ni pecados capitales,
ni condenas ni prejuicios,
tampoco tiene rencor,
ni bronca,
tampoco tiene oro,
ni es indiferente al dolor de los pobres,
ni ordena,
tampoco desordena,
ni miente,
ni juzga,
ni burla,
tampoco tiene sed de poder,
ni una historia llena de mentiras,
verdades cambiadas,
falsas realidades,
manuscritos traducidos por su gente,
apóstoles del cielo,
que encadenados,
no saben si seguir obedeciendo a la piedra divina,
o patear el tablero de una buena vez.

Mi Dios no lo conocés,
es muy diferente al tuyo,
no tiene Iglesia,
ni curas,
ni cardenales,
ni empresas.

Mi Dios, quizás lo encuentres,
en las noches calurosas de Primavera
cuando me veas volar por los cielos,
claros de tu barrio,
que esperando esperan,
a un Dios.