12.2.06

Estrella fugaz del Sur...

Eran inseparables.
Ella y Él siempre estaban.
Él, con varias décadas menos bajo los pies, no se separaba nunca de aquella vieja Princesa que lo trataba como a un rey.
Pero todo termina algún día. Y ese día yo no estube.
Hay cosas en la vida que uno no se puede perdonar. Ésa ausencia es una de ellas.
Todo pasó sin aviso. De sorpresa.
Asi como caen los muros que impiden la libertad. Asi, de esa forma, fue como cayó ella.
Y no volvió ni para despedirse.
Todo pasó tán rápido, como pasa una estrella fugaz sobre el rio, una noche de verano.
Y asi fue. Tal cual.
Esa noche estuve ahí. Esa estrella fugaz yo la vi.
Y apuesto mi Alma a que esa estrella era ella.
Y apuesto mi Espiritu a que pasó para avisarme que en mi regreso, no la volvería a ver jamás.
La estrella voló y se posó en una nube.
Y alli se quedó, pero no sólo en esa nube.
Ella tuvo humildad, y se apropió solamente de todas las nubes y de todas las estrellas.
Lo triste es que se quedó corta.
La hermosa verdad, era que ella se merecia todo el Cielo.