29.3.11

Poder

Puedo olvidarme del sueño, y ser el blanco de los ciegos cupidos.
Puedo dejar en el camino las huellas de nuestros pasos,
regar la tierra que caminamos para perder el rumbo,
para resignarme al incierto encuentro.
Puedo también ser la luz de mis noches, la luna en cuarto menguante,
la estrella de la cruz del sur, y no saber bajo que cielo estan mis pies,
menos aún los tuyos.
Puedo intentar avanzar sin mirar atras, sin buscar tus ojos entre los ojos de mi ciudad.
Puedo incluso, ver nuevos y celestes horizontes,
claros y radiantes amaneceres,
eternas estrellas fugaces, puedo abrir la ventana y verte cielo.
Puedo ser el ritmo nuevo, los nuevos acordes, la nueva melodía,
aquella canción que tus oídos jamás escucharon ni logran escuchar.
Puedo ser tu escondite. Tu disfráz. Tu guía. Tu mirada.
Puedo también ser tu flor más dulce, tu jardín más verde, tu linda primavera.
Puedo ser tu almohada, tu alfombra y tu ciudad.
También puedo ser tu dulce consuelo, tu cálido abrazo,
la mano que te acompañe por las veredas de este mundo,
que puede ser tu mundo, y el mio también.
Puedo ser tu héroe de guerra, tu mejor trinchera, tu bandera de la paz.
Puedo quedarme callado: pero no,
elegiré cantarte al oído por sobre todas las cosas.

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