15.4.11

Su función

Él estuvo siempre allí, en su calma.

Nunca dejo de buscar flores por más crueles que eran las heladas.
Jamás dejó de crear primaveras en su ser.

Él caminó algunos caminos estrechos,
cientos de desvíos interrumpieron su ruta,
enormes grietas dejaron ver sus falencias,
pero, aun así, nunca cayo a ningún pozo.

Él se mantuvo siempre de pie,
con las alas abiertas a los cielos de esta tierra.

El miedo no habito en él ni un segundo.

No conoció a la rendición ni al olvido.

No se cruzo nunca con la falsedad ni con la mediocridad.

Él siempre regó su jardín salpicando un poco al pastito del vecino,
la solidaridad lo distinguía,
la amabilidad lo vestía.

Nunca espero nada a cambio.

Nunca busco su reflejo.

Jamás vio a su sombra ni a su luz.

Nunca permitió que las paredes de su corazón sufran humedad, para así, no llorar por amor.

Siempre eligió el juego mas difícil,
sin manual, ni pistas, ni consignas.

Siempre se miraba en el espejo cada mañana,
y cada noche se despedía de sus invisibles y fieles espectadores
milésimas de segundos antes de bajar el telón de su función.

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